
LA HISTORIA DE LA SALSA
Historia de la salsa
El surgimiento de la salsa, a finales de la década de 1960, tomó por asalto los escenarios musicales en Puerto Rico y Nueva York. Se convirtió en la representación rítmica y narrativa de nuestra historia urbana moderna. Tanto a través de su sonido fuerte y agresivo como de sus letras, reclamó igualdad, libertad y un espacio propio para el gozo y el baile. Esta conjunción produjo textos que sirvieron para entender la historia de la nación puertorriqueña que transita continuamente en la amplia geografía entre Puerto Rico y Nueva York. Más allá de los márgenes de tensión y rudeza social que sus formas interpretativas trajeron a los escenarios, en su narrativa, la salsa dramatizó y resaltó las penurias que atravesaban los puertorriqueños pobres. Fueron ellos quienes, desde mediados del siglo veinte, formaron parte del circuito migratorio hacia la ciudad de Nueva York.
La gesta musical de esta nueva sonoridad, desde la perspectiva sociológica se inscribe en el movimiento contracultural que emergió en Estados Unidos a finales de la década de 1960 y que representó una nueva forma de ver la historia. Esta nueva perspectiva propuso el rompimiento con lo que se conoce a través de la cultura estadounidense como el "sueño americano". De esta manera, lo que a principios de la década de 1970 se comercializaba con el nombre de "salsa", se convirtió en una manera de hacer música, que marcó la ruptura de una generación con las normas tradicionales y su reclamo de mayor reconocimiento social y de justicia.
La salsa, como forma musical, es el resultado de la evolución y combinación del son montuno cubano, la rumba, la bomba, la plena, así como de algunas tendencias armónicas de la tradición negra estadounidense que incluyen el jazz, el rhythm and blues, el funky y el soul. Los protagonistas de ese movimiento son principalmente músicos puertorriqueños que supieron articular nuevos patrones y alteraciones rítmicas progresivas. El resultado fue un sonido fresco que definía su colectividad. Lo hicieron desde Puerto Rico y los barrios pobres de Nueva York con un canto novedoso y una cadencia y acento que la convirtió en música bailable. Se fundamentó en las formas y estilos de la tradición popular afrocaribeña, pero con un nuevo swing. Por esta razón es que se ha constituido en una de las expresiones musicales que más definen la identidad caribeña del siglo XX.
En el mercado, la salsa se presentó como uno de los híbridos, mejor logrados, de la narración historiográfica y de la música popular caribeña. Como fórmula musical comercial, homogeneizó en un solo concepto, todas las innovaciones armónicas y melódicas labradas a finales de la década de 1960.
Antes de su surgimiento, la música del Caribe se reconocía por su diversidad. El son, el mambo, la pachanga, el cha cha chá, el guaguancó, la guaracha, la guajira, la plena y la bomba conservaban sus rasgos sonoros y tenían una identidad definida en su expresión bailable. De la misma manera, la industria discográfica respetaba la distinción de estos ritmos y procuraba mantener la rúbrica de sus sonidos en sus producciones, sin alterar sus fórmulas. En aquel momento era importante salvar las particularidades de lo latino y caribeño frente al contexto del mundo musical anglosajón.
Con la llegada de la salsa, la historia musical cambió. Este género que tuvo su primer y mayor impulso desde la ciudad de Nueva York, se consolidó como tal, apoyado por los agresivos esfuerzos de mercadeo de la empresa discográfica Fania. Dirigida por el judío Jerry Masucci y el dominicano Johnny Pacheco, la nueva constelación de artistas -en su mayoría puertorriqueños, y caribeños – se ubicó con éxito en el mercado musical.
En la lista de esas grandes figuras están, entre otros: Ray Barretto, Willie Colón, Bobby Valentín, Héctor Lavoe, Ismael Miranda, Pete "El Conde" Rodríguez, Adalberto Santiago, Eddie Palmieri y Larry Harlow. Otros músicos que triunfaron fueron: Richie Ray, Bobby Cruz, Celia Cruz, La Lupe, Cheo Feliciano y Rubén Blades. Al grupo se sumaron otras leyendas salseras que, establecidas en Puerto Rico, realizaron una de las contribuciones más importantes al desarrollo del género, como: Ismael "Maelo" Rivera, Rafael Ithier, Tommy Olivencia, Willie Rosario, Andy Montañez, Raphy Leavitt, Elías Lopés y Roberto Roena.
La historia de la salsa no estaría completa sin consignarle una mención especial al trabajo realizado en Puerto Rico desde la década de 1950 por Rafael Cortijo y su Combo. El mismo está inscrito en los fundamentos que originaron este movimiento. El estilo de Cortijo y su Combo, con la participación vocal de Ismael Rivera, revolucionó la música del Caribe. El nuevo ritmo tomó como base la evolución de la tradicional música de bomba y plena puertorriqueña con arreglos musicales trabajados en gran medida por el trompetista Quito Vélez. Aunque estos no eran muy elaborados, con su sonoridad le devolvieron a la percusión el predominio que había perdido en la industria musical debido a la fuerza de las grandes agrupaciones estilizadas.
La salsa en Cali
La salsa en Colombia se remonta a mediados del siglo XX, desde que los ritmos cubanos cruzaron el Caribe y llegaron a Cali. Adentrandose en las raices de esta ciudad, poco a poco, desde la Feria de Cali de 1958, la ciudad empezó a desarrollar un sello propio, pero fue en los años 70 cuando empezó el boom de la salsa en Cali, todo el mundo estaba contagiado y 'azotando balsosa' en cada rincón de la ciudad.
Desde los 70 y 80, Cali empezó a identificarse en el mundo por la salsa, ocurrió un cambio significativo para la historia musical de esta población, se respiraba salsa: en la forma de danzar, de sentir la música, de llevar el ritmo a movimientos corporales que más tarde se conocerían como el "baile caleño". El cual, ha roto fronteras no sólo geográficas sino de clases; pues era un ritmo exclusivo de la población pobre, y ahora es universal. Además, ya en 1974 se empieza a llevar a cabo en Cali, el Campeonato mundial de la salsa, en el "salsodromo".
"Un baile con esencia coqueta donde prima el movimiento de la cintura hacia abajo, el jugueteo de la manos y los ojos, la conducción del hombre a la mujer, saltos y trucos, vueltas y pasión, esto es el baile caleño"
Desde el año 2000 la salsa caleña se consolida con más fuerza, y ha dado a conocer agrupaciones, cantantes y bailarines únicos. Muchos han dejado huella en su tierra e internacionalmente, como "Grupo Niche", "Guayacán", "Fruko y sus Tesos", entre otras bandas. Se crean escuelas de salsa, y a través de un acuerdo comunitario se declara el baile de la salsa como Patrimonio Cultural de la ciudad y en el año 2006 nace el Festival Mundial de Salsa, que reune a la más de 50 escuelas de baile, y como símbolo mundial de la salsa y el bailarín caleño.
Bailar salsa en Cali
El baile se ha convertido en un distintivo de Cali, cada año viajan millones de personas a la capital mundial de la salsa para aprender a bailar salsa caleña, sentir la pasión de ésta en los diferentes bares de la ciudad, discotecas, ferias y fiestas. Así, es como la música ha cobrado realce en la vida de Cali.
La salsa de cali es más rápida, por lo que el ritmo y los pasos de los bailarines caleños es diferente, tienen un sello propio que los identifica. Por lo que, las orquestas tienen su propio ritmo, aceleraron el compás, y desde ese momento nuestra salsa se hizo viral.
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Si quieres gozar, aprender y vivir el estilo único de la salsa caleña te recomendamos bares en cali como Zaperoco, Chachachá, La Topa Tolondra, MalaMaña Salsa Bar, Donde Fabio y Living Night Club.
